El rock sí tiene la culpa

martes, enero 30, 2007

Perdí mi ojo de venado

Te doy la fecha exacta: 11 de agosto del 94, ciudad de Durango, nadie sabía que ese podía ser el último concierto de los Caifanes, de hecho no lo fue, unos días después en San Luis Potosí explotó la célula.

Pero los cuervos con los que salí de viaje desde Torreón esperando ver un concierto más de una de nuestras bandas favoritas se convirtió en una experiencia cercana a la tragedia. Me explico:

Al principio todo parecía ser un viaje más, salimos con buen tiempo y esperábamos conocer una ciudad que de verdad no conocíamos, por eso el motivo del viaje a Durango.

En el autobús conocimos a unos cuates que por la facha era imposible no pensar que iban al mismo concierto, nos dijeron que conocían a unos güeyes allá y que nos invitaban al cotorreo mientras esperábamos el momento de ir a la Plaza de Toros, donde sería el evento, nos recibieron bien y desde temprano en casa de uno de estos cuates empezamos una fiesta caifana.
Al salir rumbo al lugar de los hechos unas nubes negras presagiaban tormenta, nadie tomó en cuenta el hecho.

Cuando llegamos a la fila empezó a llover, una lluvia ligera pero tupidita, de esa que le dicen moja pendejos se dejó sentir. Preguntamos en taquilla: oiga, ¿se va a hacer el concierto? la vieja me dice: sí hombre, al rato se calma, los Caifanes ya están en la plaza, no creo que se cancele, y pus entramos esperando que la lluvia calmara. Y nunca calmó.

Y ahí estábamos un montón de güeyes mojándonos, otros tirándose el lodo que se formaba en el ruedo y los más sintiendo ya el frío del remojo, y los Caifanes no salían.

Pasó una hora y la lluvia no calmaba, salió un güey del staff, agarró el micro y dijo: si no se calma en 20 minutos vamos a suspender, cálmenla. ¡Chíngale!, pensamos. Los 20 minutos pasaron y la lluvia seguía.

Perdí mi ojo de venado / nadie me va a proteger / vuelo mi cuerpo entre tinieblas / doña Macabra viene a ver

De rato vuelve a salir el mismo güey y dice: por favor, salgan en orden y les regresan el importe de su boleto en taquillas, por causas de fuerza mayor el evento se cancela para mañana. Y ahí valió madre todo.

La raza sale hecha madres a la taquilla y se arma un desmadre, la policía que ya estaba preparada, recibe a la gente con perros y gases dispersándonos, unos gritaban ¡yo nomás vengo por el importe de mi boleto! y los polis decían ¡¡ni madres, dispérsensen!!, y el garrotazo, pum!

Por las noches me platica / de la magia de la soledad / me congelan las orejas / creo que me quieren llevar

Y así todos apaleados y mojados nos retiramos esperando de perdido encontrar a los cuates que conocimos pa' que nos dieran posada; no los encontramos. Pero sí vimos muy quitado de la pena en su autobús de gira, muy calientito y seco al cabrón de Alfonso André, que a pesar de ver todo el pedo ni nos peló. La vida se lo cobraría más adelante, haciéndolo baterista de los Jaguares.

Hazme una limpia por favor, amor / despójame de todo mal carnal / quema mi ramo por favor, amor / antes que yo te queme a ti, a ti

Regresamos a pie hasta el lugar para tomar el autobús de regreso a Torreón y por supuesto no encontramos ninguno, saldría el primero hasta la mañana del otro día. Quisimos dormir en la central y un guardia nos corrió. Así que terminamos en la calle.

Perdí mi ojo de venado / soy un ser de oscuridad / perdí mi vida en un rosario / entre milagros de latón / por las noches me visitan / me hacen señas con la piel / me congelan las orejas / creo que me quieren llevar

Cuando tomamos el autobús para Torres, ya todos agripados y madreados, pensábamos que las desgracias habían terminado, pero nel. En el camino compramos unas gorditas pa' desayunar que nos hicieron daño, ahí nos tienes turnándonos para el excusado. ¡Pinche suerte! Todo por el rocanrol.

Hazme una limpia por favor, amor...

viernes, enero 26, 2007

El perro que fuma y Nirvana

Load up on guns / bring your friends / it's fun to lose and to pretended


Tengo un amigo que tenía un perro al que hacíamos fumar y beber. Era una cruza de galgo con pequinés y se llamaba el towi; pinche perro era bueno pa' la cheve y los delicados sin filtro.

Oh no, I know a dirty word / hello, hello, hello, how low? / hello, hello, hello, how low?/ hello, hello, hello, how low? / hello, hello, hello

Cuando el Nevermind de Nirvana salió a sacarnos la cerilla de la flojera mental a todos los que crecimos al rock en los noventas, lo pusimos en una fiesta de fin de año donde hasta el towi nos acompañó con sus aullidos.

With the lights out / it's less dangerous / here we are now / entretain us / I feel stupid and contagious / here we are now / entretain us...

En un plato hondo donde comía el perro le servimos su cheve y luego lo poníamos a fumar. No crean que era mala onda la de nosotros con el towi, nel, una vez mi cuate dejó su cheve en el suelo y vimos al perro arrimarse a la cheve y darle lamidas, se la quitaba mi cuate y el cabrón perro se enojaba, así que mejor le dábamos de pistear pa' que no se nos echara encima.

A mulatto, an albino / a mosquito, my libido, yeah!

Así que cuando los jefes de mi amigo se fueron a dormir tempra en la fiesta pusimos ese disco pa' celebrar el comienzo del año y empezó el desmadre

I'm worse at what I do best / and for this gift I feel blessed / our little group has always been / and always will until the end

Volaron sillas y platos, me rompieron la madre y sangraba por el hocico, pero bien contento, así que ese año lo recibí como el caballo blanco, con el hocico sangrando, lleno de tierra (estábamos en un patio) y hasta el gorro, el towi gruñía como Kurt, el Kurt aullaba como el towi y todos aullábamos como los dos.

Al otro día desperté junto a la casa del perro, que me veía y lloraba su cruda conmigo; sí, el towi y yo fuimos amigos y a los dos nos gustaba Nirvana. El perro murió dos años después, dice mi amigo que de pedo, la verdad yo creo que murió contento.

Hello, hello, hello, how low? / hello, hello, hello, how low? / hello, hello, hello, how low? / hello, hello, hello.

miércoles, enero 17, 2007

un par de invitaciones

domingo, enero 14, 2007

Parecíamos nubes?

San Pedro, Coahuila, es como Comala: un lugar que conocemos muy bien pero que en realidad sólo existe en nuestras cabezas llenas de fiebre.

Parecía a simple vista un lugar tranquilo, pero en realidad estaba lleno de locos desatados, dispuestos siempre a comerse la noche aunque nos hincháramos de estrellas.

Parecemos nubes /que se las lleva el viento / cuando hay huracanes / cuando hay mal de amores

Ahí conocí a los más extraños personajes y cumplimos con el ritual del perro; noche tras noche nuestras almas vagaban por los espacios dedicados sólo a los que no temen morir de amor

Parecemos presos / y como presos pensamos / escapar uno del otro / y cometer la fuga

Desde la casa azul del Suizo, pasando por las plazas públicas, donde muchas veces nos cobijó del frío y el desamor, sepultándonos con verde amor.

Vamos a dar una vuelta al cielo / para ver lo que es eterno / vamos a dar una vuelta al cielo / para ver lo que es eterno

Ahí en "San Piter" armamos una banda punk, que curiosamente tocaba rolas de Las insólitas imágenes de Aurora, en nuestras fiestasquerancelebracionesdevida, muy conocidas por la raza de corazones solitarios; sí, ahí "todos éramos carnales".

Pensarás que soy un perro / que en el cerebro tengo moquillo / que ladro y que no muerdo / y que soy un malagradecido

Recordaré siempre ese lugar que ya no es lo mismo. Todos morimos un poco cada vez, aunque "San Piter de las tolongas" sea sólo un recuerdo mío ya que este lugar no existe... sólo en mi cabeza llena de fiebre.

Vamos a dar una vuelta al cielo / para ver lo que es eterno / vamos a dar una vuelta al cielo / para ver lo que es eterno