El rock sí tiene la culpa

martes, noviembre 21, 2006

Miroslava en la tormenta

Una de mis canciones favoritas es Riders on the storm de los Doors. Miroslava, una bailarina exótica (llamémosle así) una noche me hizo que por siempre recordara esa canción de manera especial.

Llevaba ya algunos litros de brandy encima y esa noche la sentía especial, ya conocía el lugar y también a algunas de las bailarinas que ahí demostaban sus habilidades en el nuevo arte de manejar el tubo, cosa nada sencilla mis queridos amiguitos. Mis cuates me pedían que nos retiráramos a otro lado, puesto que estos cabecillas se estaban aburriendo, pero yo les decía: no, pérate, al rato sale Miroslava y nos vamos. Aguantaron pues y esperaron.

De repente se apaga la pista y el anunciador dice por las bocinas: ¡jóvenes! ¡su atención por favor! con ustedes la mujer de fuego: ¡Miroslava! La pista se apaga y se inicia una lluvia dentro del lugar que nos sorprende casi sintiendo las gotas cayendo en nuestra cara, era el inicio de ésa canción del grupo de Jim Morrison y me empecé a hundir en mi asiento.

Riders on the storm / riders on the storm / into this house we're born / into this world we're thrown / like a dog whitout a bone...

Miroslava se desliza por su pista enfundada en un trajecito de diablito de pastorela desafiando al personal que no perdemos detalle de su cuerpo.

There's a killer on the road / his brain is squirmin' like a toad / take a long holiday / let your children play

De repente todo alrededor desaparece: sólo somos los Doors, ella y yo. Casi no parpadeo viendo como esa canción adquiere otro significado, Miroslava se va despojando de su ropa aunque a mí no me importa si se desnuda o no, sólo me sorprende como cada frase dicha por el Rey Lagarto hace sacudir su humanidad, quién sabe si alguien más lo siente pero yo puedo verlo, ella también lo esta disfrutando...

girl ya gotta love your man /girl ya gotta love your man / take him by the hand / make him understand / the world on you depends / our life will never end / gotta love your man, yeah!

La música lo inunda todo y ella se pasea por el humo, se pone en la orilla del precipicio de la pista y me mira, me señala y se ríe, en el puente de la canción va y viene de un lado a otro mientras acaricia el tubo, siento un escalofrío, como si la silla fuera eléctrica, y escucho con azoro los truenos; casi abro la boca para probar el agua de la tormenta que ella está ofreciendo, donde ella está bailando, de donde ella salió, de lo que ella está hecha, de una huracanada tormenta...

into this house we're born / into this world we're thrown / like a dog without a bone / an actor out alone / riders on the storm / riders on the storm

Nunca más los Doors sonaron igual.

4 Comments:

  • ahora entiendo aquello de que mordía al caminar...

    By Blogger i, at 12:14 p.m.  

  • no sé qué decir...
    podría ser: ¿Dónde queda ese antro wei? hahahaha
    notable lo erótico del relato sin decir palabra erótica alguna...bueno...me refiero a que no ha sido explícito, uds. me entienden no?
    saludos desde este lado del escenario...

    By Blogger andres gonzalez, at 5:49 p.m.  

  • gracias a todos los que han paseado sus ojos por este diario de viaje.
    por los comentarios y los silencios tambien,gracias porvenir

    By Blogger Paulo, at 12:58 p.m.  

  • ... bro... aqui estoy ...
    detras de mi nariz...
    carnaval, me cae que la recuerdo, orgullo de haberme dejado compartir esa experencia...

    By Anonymous Anónimo, at 3:46 p.m.  

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